"Extraterrestres de la pedagogía"

Artículo aparecido en LE MONDE el 21.08.05
Los enseñantes Freinet «Extraterrestres de la pedagogía»
Estos profesores que celebran su congreso « bianual » hasta el 23 de agosto, quieren defender « la modernidad » de sus métodos de trabajo, que dan una gran libertad a sus alumnos evitando las notas.
Son militantes de la igualdad, apasionados de la escuela, incuestionables idealistas. Los enseñantes que aplican la pedagogía Freinet, debida al nombre de su inventor, Célestin Freinet (1896- 1966), revolucionan desde decenios la forma de dar clase, dejando a los escolares decidir sus empleo de tiempo, evitando las notas, practicando las autocorrecciones, organizando sesiones de gestión colectiva de los conflictos. En resumen; cuestionando las bases sistemáticas de la educación tradicional.
Nadie sabe cuantos enseñantes han elegido esta vía en Francia – algunas cifras hablan de aproximadamente 3000 «freinetistas» en las escuelas primarias publicas, con alrededor de 320 000 enseñantes. Durante sus vacaciones, alrededor de 350 de estos « extraterrestres » de la pedagogía, se reúnen, del 19 al 23 agosto, en Mouans-Sartoux (Alpes-Maritimes), para el congreso bianual de su movimiento, llamado Instituto Cooperativo de la Escuela Moderna (ICEM): la ocasión de defender la « modernidad » como una tentativa de hacer frente a la asfixia constatada desde los años 1990.
El movimiento Freinet está lejos de su esplendor en los años 70, cuando sus congresos reunían a 1500 personas, llevadas por la utopía de cambiar la escuela. Después, como todos los movimientos pedagógicos su audiencia disminuyo.
“Freinet puede asustar porque no es un método, sino un compromiso”. Vemos enseñantes jóvenes muy interesados que nos dicen: “no puedo, no tengo tiempo”, señala Muriel Quoniam, 45 años, directora de escuela en Rouen, que ha descubierto la pedagogía Freinet después de diez años de docencia. « El núcleo fuerte de los militantes, a nivel nacional, está compuesto sobre todo por los enseñantes mayores. Los jóvenes nos dicen que no quieren comprometerse con un movimiento que demanda tanto», añade Philippe Bertrand, 50 años, director de una escuela Primaria de Queven (Morbihan), enseñante Freinet desde hace treinta años.
Ya que fundamentalmente, la pedagogía Freinet conlleva una posición política y no solamente una receta o una técnica sobre la gestión de la clase. Defienden que el niño es de la misma naturaleza que el hombre y por tanto debe gozar de una gran libertad. Subrayando que al niño no le gusta trabajar en rebaño, por lo que la enseñanza es individualizada. Se pretende así preparar la democracia de mañana por la democracia en la escuela, creando lugares de expresión.
Los enseñantes Freinet asumen el hecho de ser de izquierdas o de extrema izquierda. Muchos pertenecen a asociaciones de lucha contra el racismo, defienden a los sin papeles o son miembros de Attac. “Quizás haya gente de derecha entre nosotros, pero se esconden”, bromea Muriel Quoniam.
En las clases esta visión humanista se traduce por un funcionamiento inhabitual. El trabajo escolar se efectúa la mayor parte de las veces a partir de las vivencias de los alumnos “el lunes y el jueves por la mañana, durante media hora, los niños tienen la palabra”. Tienen muchas cosas que decir y muchas cosas que enseñar a los demás», explica Joëlle Martin, 46 años, enseñante de infantil en Calais.
Los útiles pedagógicos utilizados, son atípicos. Los ejercidos están concebidos para permitir una autocorrección por parte del alumno. Como Célestin Freinet lo había imaginado hace casi un siglo, la correspondencia con otros escolares es utilizada como soporte para trabajar la escritura y la lectura. También el periódico de clase, impreso, sirve como un proyecto realizado por los alumnos » Nos apoyamos en la expresión de los niños.», resume Muriel Quoniam.
Ningún estudio científico reciente, permite evaluar la eficacia de estos métodos. Sus detractores insisten en la dificultad, para los alumnos de acoplarse después a clases tradicionales, sin embargo respecto a aquellos que han realizado toda la primaria en esta pedagogía (alrededor de 50 escuelas en Francia) se inquietan sobre el contenido real de las adquisiciones escolares, específicamente las disciplinas de gramática, y ortografía.
El movimiento Freinet rechaza estas criticas, « constatamos que hay muy poca diferencia entre nuestros alumnos y los otros” al entrar en sexto, y al final del curso escolar, sus conocimientos parecen mas afianzados», afirma Catherine Chabrun, profesora en Juvisy-sur-Orge (Essonne), presidenta del Movimiento Freinet en Francia. Los enseñantes señalan igualmente que sus antiguos alumnos están en la mayoría de los casos muy motivados en la escuela, muchos de ellos, son por ejemplo, los delegados de clase.
Después de mayo del 68, reconocen los Freinetistas, han pasado algunas cosas: algunos enseñantes se han perdido en la teoría “del dejar hacer”. El movimiento ha conservado una imagen libertaria, que hoy en día rechazamos. «El trabajo sobre la norma y la disciplina está muy presente”. Freinet propugnaba una pedagogía del trabajo que pretende interesar a los alumnos » subraya François Le Menaheze, 45 años, responsable de las Ediciones Freinet.
Esta búsqueda se traduce en: la pedagogía es “materialista”, la organización es “cooperativa”. Los grandes principios son las Invariantes. El tema de su congreso no puedes ser más serio: “Aprehender la complejidad del mundo, coherencias de la pedagogía Freinet”.
Su tendencia a teorizar que hace sonreír, provoca a veces tensiones con colegas no Freinetistas. Con el tiempo los militantes se han habituado; estamos contentos de hacer lo que hacemos, estamos a gusto con nuestros alumnos. Esto quizás es lo que moleta a nuestros colegas, concluye Muriel Quoniam.

Luc Bronner

Traducción: Teresa Flores