Sobre nuestra gran asamblea en la RIDEF de Canadá

Primero felicitarnos, sólo con un gran esfuerzo, y la garantía de que nuestro movimiento tiene como principal seña de identidad la voluntad de democracia, se  puede hacer lo que hemos hecho, gracias a todas y todos.

Y después, inmediatamente, la crítica, el análisis para mejorar.

Creo que es tan importante para nosotros la asamblea, que sería muy beneficioso que reflexionamos ahora que lo tenemos reciente, antes que las brumas del tiempo hagan, del ahora, pasado idealizado, mientras cada intervención más o menos afortunada resuena en nuestros oídos en tres idiomas, ahora,, escribamos, reflexionemos cooperativamente y en redundancia, por el bien de todos.

Podríamos entrar en el detalle, ponernos en situación antes de que pase más de una semana y analizar qué se hizo o dijo que benefició o perjudicó el desarrollo de la asamblea y contarlo si nos apetece, sería bueno para mejorar colectivamente. Sacar consecuencias.

Qué es esencial en la asamblea y no se puede perder, no se puede dejar de decir.

¿Hasta qué punto hay que tener siempre en la cabeza que lo importante es que la asamblea se lleve a término lo mejor posible?

Cundo es mejor callar aunque lo que vas a decir sea interesante.

Cuándo y porqué renunciar a una moción (Andy) cómo un solo de saxo puede ser  fundamental (Bux, Alfredo) de qué manera unas palabras agradan, mejoran y dan sentido (Teresita) cómo puede alguien hacernos sentir orgulloso (Glaucia) cómo una buena moderación puede salvar lo imposible (Gabi) o un artículo previo puede ser el mejor caldo de cultivo (Marco)... tantos momentos memorables.

Tantas cosas que esperábamos retóricamente que pasaran y pasaron, ahora no es posibilidad discutible, es pura realidad por unos días… lo tenemos reciente.

El objetivo de esta reflexión apresurada es  animar a escribir, por mi parte me lo propongo.

(además he de hacer el acta...)

Gracias a todas y todos.

Juan MCEP